BWW Interviews: Rossy de Palma y Sylvia Parejo sobre EL CANTOR DE MEXICO

By: Oct. 27, 2017
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Rossy de Palma (Fotografía: Paco Navarro)
y Sylvia Parejo (Fotografía: Jordi Toirán)

El Teatro de la Zarzuela ha apostado esta temporada por la opereta EL CANTOR DE MÉXICO, en una nueva versión que se estrenó en 2006 en el Théâtre du Châtelet de Paris. Hablamos con Rossy de Palma, que da vida a Eva Marshall, y Sylvia Parejo, que interpreta el papel de CriCri, y las dos actrices hacen balance del paso de esta producción por Madrid.

BWW: Este es el último fin de semana para EL CANTOR DE MÉXICO en el Teatro de la Zarzuela. ¿Cómo ha recibido el público madrileño esta producción que ya se pudo ver en 2006 en Paris?

Rossy: Están como locos, no sólo viene gente de Madrid, también ha venido gente de otras ciudades. Ha sido una gozada, que Bianco haya apostado por esta producción para que estas maravillas las pueda ver la gente de aquí. Han venido tanto los abonados, que son el público que lo ve todo, como público general. EL CANTOR DE MÉXICO no puede no gustar, porque es una alegría de vivir, con esa gran escenografía que es que te da el Síndrome de Stendhal solo de verla (risas). Y la idea de incluir el rodaje dentro de la trama es muy acertado.

Todos dicen que el montaje es maravilloso, y además nosotros disfrutamos mucho haciéndola: los actores, el coro, los bailarines, los músicos. Eso es el teatro, es una comunión de todos disfrutando de la vida y del arte. Además es un regalo poder disfrutar, en un tiempo con tantas austeridades, de un montaje así, se conecta con esa época gloriosa de los años 30. Es una joyita para no perderse.

Sylvia: Ha gustado muchísimo, hemos tenido las localidades agotadas en varias ocasiones y se ha notado mucho cuando ha venido público joven, porque la energía vital que tienen nos llega a los actores cuando aplauden y cantan con nosotros. Hemos tenido público que se ponia a cantar con el tenor protagonista la canción de "México", gente que viene a disfrutar y ese feedback es el que nos gusta. El publico lo ha acogido muy bien, se van contentos, las críticas han sido muy buenas y estamos encantados con lo que hemos recibido. Eso es lo que hace que las funciones rueden tan bien.

Rossy de Palma como Eva Marshall
(Fotografía: Javier del Real)

BWW: ¿Cómo ha sido el trabajo con Emilio Sagi, el director de esta versión de la opereta?

Rossy: Con Emilio tengo, como digo yo, el gen de la asturianidad. Desde el primer día que me llamó, ya que a el se le ocurrió que hiciera de la diva, conectamos perfectamente. Los dos somos de la misma tierra, ¡fíjate que quedamos la primera vez que nos vimos en Casa Mingo!. Es un director maravilloso, sabe muchísimo, tiene una humanidad tremenda, se sabe el nombre de todo el mundo, en Paris se sabía el nombre de los 130 artistas que trabajaban en escena, es educadísimo y tiernísimo, y es una persona que siempre está a favor.

Yo en el escenario es donde mejor me encuentro, es el espacio vital para mí porque llamo la atención, que es lo que a mi me gusta. Me siento muy cómoda. Por eso con Emilio trabajo tan bien, soy una artista que me gusta interactuar y cocrear.

Sylvia: Para mi es uno de los grandes descubrimientos del Teatro de la Zarzuela, por cómo es, cómo trabaja, la visión general que tiene de todo y a la vez, siendo una persona mucho más mayor que yo, podría ser un colega mío, con una visión muy nueva, tan fresca y además como director de escena es brutal, escribe muy bien guiones, con gags actuales.

Como persona y como actriz, tenerle como director de actores me ha ayudado mucho porque yo no había trabajado en este género, y a nivel interpretativo propone cosas diferentes a lo que acostumbraba, aquello que yo podría juzgar como sobreactuado me costó mucho no prejuzgarlo y él me ayudo a entender que no estoy sobreactuando, simplemente es el código de este género. Comprendí que si intento hacer otra cosa soy yo quien está fuera.

Emilio te sabe proponer, adoro los directores que no están sentados, que se mueven y proponen, ha sido tan activo que es el regalo que me llevo, CriCri ha sido mucho por él. También está abierto a que tu propongas siempre y cuando lo hagas de verdad. El dice que con tal de que los pies los digamos bien para no fastidiar al compañero, lo demás, si es de verdad, que lo digamos (risas). Se adapta a todo, él solo quiere que funcione y que sea de verdad, que al final es lo que al público le importa.

Sylvia Parejo como CriCri (Fotografía: Javier del Real)

BWW: Rossy, sin duda, se ve que estás en tu salsa y que te lo pasas muy bien en escena.

Rossy: Necesito sacar esa parte, necesito aportar, soy muy intuitiva. He rechazado papeles en montajes más comercialones, que viene todo marcado y que no te dejan aportar nada. Soy feliz en escena y con Emilio es un camino de rosas.

BWW: Sylvia, en esta producción hay varios personajes que se alternan entre dos actores o actrices. En el caso de CriCri, lo alternas con Sonia de Munck. ¿Cómo has hecho tuyo este papel?

Sylvia: He tenido la suerte de poder vivir los ensayos con ella y poco a poco hemos construido un personaje que era igual, pero que a la par era muy de cada una. Nos pasa al probar cosas que hacemos la una y la otra y ver que no nos funciona. Para construirlo me he fijado mucho en cómo anda CriCri, dónde está su fuerza, hasta la colonia que utiliza. A diferencia de cómo se hizo en Paris, nos propusieron que la nuestra fuera una mujer fuerte, no una ñoña, que conquistara al chico con su personalidad y eso es una cosa que se acerca a lo que es Sylvia, y he cogido cosas de Sylvia que me han servido.

BWW: Rossy, dentro de la obra tienes dos momentos muy diferentes, el de Eva Marshall como diva y el de Coronela Tornada. ¿Qué momento disfrutas más?

Rossy: Todo en general y con el trabajo de mis compañeros. De hecho en las escenas que más me gustan son dos que no aparezco, que es el Acapulco y el Tequila. En realidad, disfruto de todo. Con la Tornada, la gozada es hacer de mala. Sabes que las actrices solemos estar contenidas y aquí estás sobreactuada, con ella vale todo.

En Paris la diva era como más fina, pero aquí nos hemos vulgarizado. Han pasado 10 años, y ella ya pasa de ensayos, nada más que está por el viaje y por los hombres.

Rossy de Palma como Coronela Tornada (Fotografía: Javier del Real)

BWW: ¿Qué opinais de la estética kitsch de la obra?

Rossy: Es kitsch chic. Es la sublimación del kitsch. Es una gozada. En el Théâtre du Châtelet de Paris era inmenso, porque ese teatro es el triple de grande. Me fascina. Yo nunca lo he bebido, pero es como si hubieras tomado peyote y vivieses una explosión de colores. Es muy acertado porque es la grandilocuencia de lo mejicano, lo ves en los cuadros de Diego Rivera. Además, como hay una escena que se desarrolla en Valencia, tiene la parte fallera.

Sylvia: Es increíble y no me di cuenta hasta que no salí a ver la función por primera vez de lo alucinante que es. Me parece brillante lo que han montado. Daniel Bianco, el escenógrafo, ha hecho una maravilla. Los que han venido a verlo me recalcan el momento en que se abren las puertas y se ve aquello, que no voy a decir porque es spoiler, increíble. Me siento igual de grande que lo que hay ahí, porque el equipo humano que hay detrás es tan lindo y tan guay que es como un banco de peces que fluye en la dirección que toca. Ese escenario tan grande es uno más de nosotros.

Sylvia Parejo junto a con Emmanuel Faraldo
(Fotografía: Javier del Real)

BWW: Sylvia, normalmente te hemos visto en Teatro Musical, en títulos como LOS MISERABLES o PRISCILLA, y ahora has saltado a la opereta. ¿Crees que un género es un desafío mayor que el otro, o los encaras de la misma manera?

Sylvia: A nivel personal, era un desafío apasionante y prudente. Pero lo encaro igual, con la misma responsabilidad, ante un personaje, ante mi trabajo y la verdad que ha sido una gran sorpresa, porque he de reconocer que siendo muy joven, había oído hablar de la Zarzuela como "aquella cosa de gente mayor". Pero realmente no es así, y ahora me veo en el deber y la obligación personal de hacerle entender a todos mis amigos mientras me tomo una cerveza que eso no es más ni menos que lo mismo que lo que hago en musicales.

Además debemos tenerlo mucho más respeto porque es una cosa que es nuestra, un género que solo está en España y además aquí se cantan y se cuentan cosas como en musicales, de una manera más lírica y más clásica, ya que igual que hay musicales modernos también los hay clásicos. Considero que la Zarzuela son los padres del Teatro Musical español, porque lo que conocemos como Musical más contemporáneo es lo que hemos importado de Nueva York, que me apasiona y vivo de ello y soy super fan, pero me doy cuenta de lo bonito y de la importancia de mantener lo que es nuestro, porque es bello y hermoso. Lo que hemos hecho aquí no viene importado de América y eso la gente lo tiene que ver.

BWW: Rossy, en tu haber ya cuentas con títulos en lírica como LA HIJA DEL REGIMIENTO o LA ÓPERA DE LOS TRES PENIQUES. ¿Qué es lo que más te atrae de este género?

Rossy: Cantar y tener la música en directo, es fascinante. Además tendré el placer de volverlo a hacer porque iremos con este montaje al Teatro Campoamor de Oviedo en febrero y también a Bilbao. Me gusta mucho porque se reúnen todas las artes.

BWW: Sylvia, señalabas antes que hay Musicales clásicos y también modernos. ¿Crees que la Zarzuela podrá evolucionar a que haya también títulos más modernos?

Sylvia: Teniendo claro que el estilo que se practica es la lírica, considero que va a costar más llegar a un punto tan moderno, pero este CANTOR DE MÉXICO es un paso hacia esa modernidad, porque es fresco. Creo que la reflexión debe ir en la manera de ejecutar, no en el estilo o el género, que no hagan falta subtítulos para que se entienda lo que se canta y lo que se cuenta.

BWW: Dentro del género lírico la opereta es uno de los subgéneros más cercanos al musical. ¿Se está abriéndose el Teatro de la Zarzuela al Musical?

Sylvia: Yo creo que si, que el problema es separarlo tanto. Daniel Bianco, el director de la Zarzuela, tiene puestas sus energías en que en el Teatro de la Zarzuela surja una renovación a nivel musical, escénico, de público y creo que va a venir acompañado de otras propuestas quizá no tan clásicas, y el cambio está surgiendo. Me encantaría que en las butacas hubiera gente de todo tipo, de todas las edades. Cuando he estado en Musicales me ha gustado ver a una abuelita, a un niño disfrutando y a una adolescente.

Pero sobre todo hay que hacer un cambio de conciencia, a nivel social, de explicar bien lo que aquí se hace. No separar tanto el Teatro Musical de Zarzuela, porque realmente Teatro Musical es hacer teatro cantado y aquí lo hacemos. De hecho, en EL CANTOR DE MÉXICO he sentido que hacía más Teatro que haciendo LOS MISERABLES porque hay texto. Son conceptos que se tienen que renovar.

BWW: Rossy, antes hablabas de Daniel Bianco. ¿Qué opinas de la piuralidad y la apertura que está dando al Teatro de la Zarzuela?

Rossy: Es un crack, tiene muchísimo talento, conoce este mundo, ha hecho mil montajes en muchos teatros. Tiene espíritu de sacrificio, hicimos un encuentro con estudiantes de Artes Escénicas, con él y con Emilio y no se iban, querían saber más y hacer más preguntas. Es maravilloso lo que hace y me congratulo con el. Cuando me llamó para decirme que traían este montaje le busqué hueco, porque no podía perdérmelo y lo volví a hacer.

BWW: Por último, ¿por qué nadie debería perderse el CANTOR DE MEJICO?

Rossy: Si encuentran entradas en este último fin de semana, porque están volando, tienen que verlo porque es algo inolvidable. Tenemos pocas ocasiones de ver algo así, es fantasía y jolgorio y nadie puede perdérselo.

Rossy de Palma en EL CANTOR DE MÉXICO

Web Oficial del Teatro de la Zarzuela



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