BWW Blogs: Gene Kelly y An American In Paris

By: Apr. 29, 2018
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Con motivo del Día Internacional de la Danza, y también por la proyección que se hará en breve de la producción teatral de 'Un Americano en París', me han propuesto escribir unas palabras, dada mi trayectoria como bailarín de musicales.

Cuando me lo propusieron, automáticamente pensé en la responsabilidad de representar, aunque esto último sea un sentimiento propio, al gran colectivo de bailarines que nos dedicamos y nos queremos dedicar al teatro musical. Seguidamente pensé en el pequeño (pero gran gran) detalle de que yo no suelo escribir, y no es un medio en el que me sienta cómodo y me desenvuelva plácidamente (¡ay mi madre!). Sin embargo, pronto pasé a la etapa de la ilusión, ya que ¿por qué no iba yo a poder escribir, desde mi más humilde opinión, sobre algo que llevo haciendo toda la vida?

Así que como podéis comprobar, acepté...

Y ahora que estoy aquí escribiendo, pienso: "¿en qué maldito momento decidiste aceptar, si a veces no sabes ni de qué hablar?"Así que he decidido empezar desde el principio, para llegar en seguida a la actualidad.

Yo empecé a bailar desde muy pequeño, y por suerte siempre he estado bailando de un estilo a otro, tal vez sin despuntar en ninguno en especial, pero habiendo tocado bastantes. Y afortunadamente esto es algo que a día de hoy me sigue acompañando. Lo que casi nadie sabe es que también me encantaba cantar, pero esto lo hacía en secreto, hasta el día en que mi madre encontró los casetes en los que me grababa a mí mismo, y decidió, sin decirme nada, reproducirlos delante de mi familia. Ese día dejé de cantar.

Y así seguí hasta que me presenté a mi primer casting para un musical. Era un proyecto amateur, pero como yo venía de la danza, os podéis imaginar mis nervios. Por suerte desde pequeño he estudiado solfeo, y de afinación nunca he ido mal. Pero ¿cantar delante de público? ¡Venga ya! Sin embargo no fue tan mal, porque desde entonces, hace ya unos diez años más o menos, me dedico a hacer musicales.

¿Y por qué cuento esto? Pues por dos motivos, que en realidad son uno: Gene Kelly.

Cuando me propusieron escribir estas palabras, me hablaron del Día Internacional de la Danza, de 'Un Americano en París' y obviamente de Gene Kelly. Preguntando a otros bailarines del gremio, no encontraba a grandes seguidores del señor Kelly, y reconozco que yo tampoco lo soy. Y no porque el señor Kelly no se lo merezca, porque es evidente el talento y buen hacer con el que este artista cantaba, bailaba e interpretaba, y sin duda es una de las grandes figuras del género musical de toda la historia.

Pero lo cierto es que, por lo general, los bailarines admiramos a otros bailarines. Gene Kelly es un gran bailarín, nadie duda eso, así que ¿por qué pasa esto? En un musical es evidente que están las cabezas de cartel que soportan la obra, los que dan la cara principalmente, mientras que los bailarines formamos parte de ese coro, elemento indispensable y de igual importancia, que ayuda a contar la historia. Pero también es cierto que ningún bailarín se ha hecho famoso por hacer musicales. Quizá esto explica que los bailarines busquemos esa fuente de inspiración en figuras que actualmente son conocidas única y exclusivamente por bailar.

Con este momento reivindicativo no sólo me quiero referir a los bailarines, porque en un musical lo más importante no es la cabeza de cartel, sino el conjunto total y el trabajo de todo un equipo, y esto implica a la cabeza de cartel, a los actores/actrices secundari@s, al elenco en el que nos incluimos l@s bailarin@s, maquinistas, lucer@s, peluquer@s, maquillador@s, producción, etc. etc. etc...

El segundo motivo, y vuelvo a la pequeña historia que conté antes, es que cuando yo empecé a hacer musicales me di cuenta de la importancia de que, aun siendo bailarín, tenía que saber hacer otras cosas. Por lo que empecé a tomar clases de canto y de interpretación, disciplinas para nada fáciles. Pero es que ser bailarín en un musical no es sólo bailar y poder hacer coros. De hecho, creo que tanto un bailarín como un actor o un cantante de musicales deben poder defender cada una de estas disciplinas a un nivel equitativo y elevado, porque por suerte hay musicales con una partitura muy potente, que necesita que el elenco al completo la apoye tanto vocal como interpretativamente. Y esta próxima temporada en Madrid podremos comprobarlo.

Y ahora es cuando llegamos al punto de volver a hablar de Gene Kelly.

Gene Kelly es un claro ejemplo, por no decir EL EJEMPLO, del 'todo en uno'. Está plasmado en todas sus películas, y escrito por todos lados, lo gran cantante y actor que era. Pero como bailarín que soy me centraré en hablar de esa faceta específica.

Kelly comenzó a bailar desde pequeño, algo en lo que estuvo centrado durante todos esos primeros años de carrera, y gracias a ese trabajo podemos ver lo técnicamente bueno que acabó siendo. No es sólo que derrochase talento y gusto en sus interpretaciones, sino que además ejecutaba todo tipo de pasos con una limpieza técnica digna de envidiar, y en ocasiones a una velocidad que de tranquila tenía poco. Para colmo no dejaba ver ni rastro de esfuerzo ni en su cara ni en su cuerpo... ¡qué gusto! Casi da rabia lo que se disfruta viéndole en cada una de sus escenas de baile.

He estado revisando parte de su trabajo para refrescar la memoria, y la labor de Kelly me parece impecable en muchos sentidos: no sólo por su excelente faceta como intérprete (y con intérprete me refiero a esa persona que canta, bailar y actúa), sino también porque ha dirigido y coreografiado obras con gran gusto y buen hacer. Tiene muchas coreografías corales en las que demuestra cómo utilizar y aprovechar el espacio, consiguiendo que los bailarines lo exploten en su máxima extensión. También era capaz de gestionar y hacer funcionar a grandes grupos de bailarines, cosa que no es nada fácil, y encima logrando que se respire armonía y fluidez en sus movimientos, sin la necesidad de que sean clones unos de otros,

Yo no he tenido la suerte de poder disfrutar de la producción teatral de 'Un Americano en París', pero si la versión cinematográfica ya me parece interesante, por la importancia que se le da a la danza y lo bien cuidada que está, no puedo aguantar las ganas de ver la versión teatral, aunque sea en la pantalla del cine. Me parece un planazo para celebrar la danza.

Resumiendo, Gene Kelly es un artista completo en todos los sentidos. Para el género musical es un ejemplo a imitar. Me reafirma la idea de ser un artista completo y no limitarse a lo que ya sabemos hacer, a seguir aprendiendo lo que ya sabemos y lo que nos queda por aprender, a las 'no etiquetas', al disfrute de nuestra profesión y al placer que nos provoca, pese a los momentos agridulces que también forman parte de ella. ¡VIVA LA DANZA!



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