BWW Blog: Sara Perez - ¡Pobre Will Swenson!

Cuando Juanjo González me pidió un artículo para "el Día de la Mujer" tuve sentimientos contradictorios. La responsabilidad de escribir algo útil y por supuesto el miedo a escribir un "artículo pereza" que fuera vilipendiado por su temática. Así que recurrí a Laura Enrech para contrastar aquellos nombres que creía dignos de aparecer en el artículo. Mujeres que hayan sido relevantes en el Teatro Musical Nacional e Internacional. Una vez finalizado el artículo sentí admiración por todas esas mujeres que han contribuido a la mejora de nuestro género. Pero sentí que mi aportación era nula, mas allá de un artículo informativo, seguía sin entender porqué somos tan pocas las mujeres en ciertas posiciones en nuestro sector y en otros.

Las cifras aportadas este año por la ONU son escalofriantes:
• Las mujeres perciben un 23% menos en su salario a nivel mundial.
• Ocupan apenas un 24% de los escaños parlamentarios.
• 1de3mujereshasufridoviolenciafísicaosexualalgunavezensuvida.
• 200 millones de niñas y mujeres han sufrido mutilación genital.

Según CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios audiovisuales) en la industria Cinematográfica Española solo un 26% de los cargos son ocupados por mujeres. El estudio Género Sinfónico realizado en 2011 por el grupo de investigación MUSYCA de la Universidad Complutense de Madrid, revelaba que sólo aproximadamente el 30% de integrantes de orquestas sinfónicas en España son mujeres. Este porcentaje se reduce drásticamente en posiciones de alta responsabilidad.

Sólo hay que echar un vistazo a los musicales en cartelera, solo EL REY LEÓN está dirigido por una mujer, Julie Taymor, y sólo Anastasia tiene una mujer en las filas de la creación, Lynn Ahrens, cómo letrista. Por no hablar de las pocas mujeres que levantan la batuta en los musicales en cartelera. O la escasez de mujeres en ciertos departamentos técnicos.

Debemos reconocerlo, el ser humano discrimina. Por múltiples razones. Pese a que Barbra Streisand en 1983, al dirigir, producir y protagonizar YENTL, se convirtió en la primera mujer en levantar una gran producción de ese calibre, no eran suficientes referentes para aquellas niñas que en los 80 soñábamos con dirigir películas y por lo tanto no creíamos que fuese algo que se nos permitiera hacer.

Las cosas están cambiando. En los últimos veinte años, hemos visto a Julia y Mariana Gómez Cora traer grandes musicales a la Gran Vía, a actrices cómo Ángels Gonyalons crear escuela en Barcelona en los escenarios y fuera de ellos, dramaturgas y compositoras emergentes cómo Alicia Serrat y las hermanas Peya que investigan y renuevan el género. En Broadway, WAITRESS compuesto por un equipo íntegramente femenino; en Londres, Marianne Elliot que de manera brillante ha dado un giro a COMPANY haciendo que su protagonista sea una mujer.

Citando a Rachel Chavkin, directora de HADES TOWN al recoger su Tony a mejor directora:

There are so many women who are ready to go. There are so many artists of color who are ready to go. (...) It is a failure of imagination by a field whose job is to imagine the way the world could be.

Hay tantas mujeres preparadas. Hay tantos artistas de color preparador. (...) Lo que falla es la imaginación de un área cuyo trabajo es imaginar cómo podría ser el mundo.

Nadie va a cambiar esto por nosotras. Las mujeres debemos dar un paso adelante si queremos ocupar esos puestos que hasta ahora parecían no estar a nuestro alcance. Es nuestra obligación como comunidad mirar a nuestro alrededor y ver como podemos mejorar. Sea cual sea nuestra posición. No estamos excluidos de la responsabilidad de hacer de éste un mundo mejor.

Cuando se habla de machismo, de patriarcado, debemos entender sin acritud que todos hemos sido víctimas de una realidad que nos ha acostumbrado a situaciones bastante curiosas. Hace unos años en el concierto de Audra McDonald en el Teatro Real, escuché durante las ovaciones a un espectador decir: "Pobre Will Swenson (marido de la actriz) es protagonista de los miserables en Broadway y nadie le está haciendo caso". Un comentario inofensivo, si no aclaramos que Will sólo había estado sentado en platea disfrutando del concierto.

Supongo que era demasiado para ese espectador aplaudir cinco minutos a unaartista que acababa de bordar dos horas de concierto, ganar Seis premios Tony, dos Grammy y un Emmy.

¡Pobre Will Swenson!.

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