Dirigido por Analía Farfan, el espectáculo unió tango y ballet en un evento cultural con entradas agotadas, apoyado por el Consulado General de la República Argentina.
En junio pasado, la compañía International American Ballet presentó Tango Metamorphosis, una obra que fusiona tango tradicional con ballet contemporáneo y música en vivo. El evento tuvo lugar en el Consulado General de la República Argentina en Nueva York, con sala llena y gente que lamentablemente no pudo ingresar por falta de espacio. Más allá de lo artístico, la velada fue también un espacio de intercambio cultural, reforzando el compromiso del Consulado con la difusión de artistas argentinos en el exterior.
Dirigido por Analía Farfan, el programa incluyó una variedad de piezas inspiradas en el tango, que recorrieron su evolución sin perder su esencia histórica. La noche presentó música de Astor Piazzolla, George Gershwin y Michael Fennelly, entre otros. Uno de los momentos más destacados fue la obra You Are My Rhapsody in Blue, interpretada por la soprano Megan Weston y el pianista Dr. Michael Fennelly, una colaboración que combinó el lirismo operístico con arreglos pianísticos de fuerte impronta jazzera. Esta pieza estuvo acompañada por las obras digitales de Alessandra Mattanza, sumando una narrativa visual impactante al espectáculo, y contó con la participación de Bret Coppa, quien fue el partner de Analia en You Are My Rhapsody in Blue.
La propuesta logró un equilibrio entre lo clásico y lo moderno. La coreografía de Farfan, potenciada por música en vivo, destacó la versatilidad del tango dentro de un lenguaje más amplio de danza contemporánea.
El evento también puso en relieve el rol del Consulado General de la República Argentina, encabezado por el Embajador Gerardo Díaz Bartolomé, en la promoción de la cultura argentina a nivel internacional. Desde hace años, el Consulado funciona como un puente entre artistas e instituciones en Nueva York, ofreciendo espacios para la colaboración y el intercambio artístico.
El repertorio incluyó obras como María de Buenos Aires, interpretada por la cantante Mariela Marcó, quien aportó una profunda carga dramática y matices vocales a la icónica partitura de Piazzolla. Marcó también participó en Balada Para un Loco, mostrando su capacidad para conectar el tango tradicional con un enfoque narrativo de estilo operístico. Otro momento destacado fue Infidencias, un dúo interpretado por Farfan y José Fluck, con música de Pedro Giraudo. Varias piezas a lo largo de la noche retomaron composiciones de Piazzolla, reafirmando su rol central en la evolución del tango moderno.
El flamenco también tuvo un espacio importante dentro del programa. La bailaora Elisabet Torras Aguilera, reconocida por su precisión y presencia escénica, presentó dos solos: Tango Diablo y Oblivion, ambos coreografiados por ella misma. Su interpretación combinó la intensidad rítmica del flamenco con el lenguaje expresivo del tango, aportando una textura distinta a un repertorio centrado mayormente en el tango.
La coreografía de Farfan se destacó por su amplitud estilística, integrando elementos de ballet clásico, flamenco y danza contemporánea. Bailarines como Misa Mochizuki, Teryn Trent y Carlos Quintuña interpretaron el material con precisión y sensibilidad, transmitiendo tanto la carga emocional del tango como su exigencia técnica.
También hubo momentos vocales que le dieron contraste al programa, mayormente enfocado en la danza. Weston interpretó Don’t Cry for Me Argentina y Youkali, ambas acompañadas por Fennelly, y recibieron un cálido aplauso del público.
La colaboración entre el Consulado y Farfan, junto con el International American Ballet, fue clave para el éxito de la noche. La sede, ubicada en el 12 de West 56th Street en Manhattan, ofreció un marco formal e íntimo que se ajustó perfectamente a la escala del espectáculo. Además, el evento funcionó como un punto de encuentro entre la comunidad artística argentina y la neoyorquina.
Tango Metamorphosis reflejó la vitalidad constante de la producción cultural argentina en Nueva York. Su éxito puso en evidencia la potencia de los modelos colaborativos entre instituciones gubernamentales y artistas independientes, especialmente a la hora de presentar obras ancladas en el patrimonio cultural desde una mirada contemporánea.
Bajo la dirección de Farfan, el International American Ballet sigue consolidándose como un espacio para la innovación interdisciplinaria con raíces en la identidad argentina. Tango Metamorphosis fue un claro ejemplo de esa misión: mostrar que el tango, en todas sus formas, sigue siendo un terreno fértil para la exploración artística.
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