ESPECIAL HALLOWEEN: Los números musicales más escalofriantes

Hoy se celebra la noche de Halloween, el día en que los muertos caminan entre nosotros y las brujas aprovechan para salir de picnic. Para celebrarlo de la manera más BroadwayWorld posible y darles la bienvenida entre nosotros, qué mejor que hacer un repaso a diez de los números musicales más escalofriantes del Teatro Musical. Quién sabe, quizá así esta noche tengas en la butaca de al lado un espectador de otro mundo...

1. La Balada de Sweeney Todd - SWEENEY TODD

Uno de los musicales de terror por excelencia, SWEENEY TODD, del gran Stephen Sondheim ha provocado más de un escalofrío cada vez que se disponía a apurar un afeitado al máximo... y nos ha hecho pensárnoslo dos veces antes de dar el primer mordisco a alguna que otra empanada.

2. Disfraz - JEKYLL & HYDE

Raphael protagonizó en el año 2000 esta adaptación de la inquietante historia universal en la que el abuso y la irresponsabilidad de la ciencia hacen que lo peor del Dr. Hekyll tome posesión de él y cause destrucción y caos allá donde vaya. Dicen que todos tenemos dos caras... pero quizá no hasta este punto.

3. Baila el Necronomicón - EVIL DEAD, EL MUSICAL

¿Quién dice que estar poseída por un demonio esté reñido con expresarte mediante la música? EVIL DEAD, EL MUSICAL demostró que una posesión infernal puede ser también una posesión musical si George Reinblatt se pone al mando. Ash sigue teniendo que acabar con seres de ultratumba, pero esta vez además tiene que hacerlo dando el 'do' de pecho.

4. Science Fiction Double Feature - THE ROCKY HORROR SHOW

No podía faltar uno de los clásicos de culto de todos los tiempos. La usherette nos da la bienvenida a la doble sesión de ciencia ficción en este primer número del legendario musical de Richard O'brien que ha roto barreras y batido récords alrededor del mundo, convirtiéndose en un icono de la aceptación y la tolerancia. El Gran Teatro Bankia Príncipe Pío ofrecerá un número limitado funciones de ROCKY HORROR a partir de mañana. Más información aquí.

5. Solo eso pido yo - EL FANTASMA DE LA ÓPERA

Otro clásico entre los clásicos, EL FANTASMA DE LA ÓPERA nos advierte que por mucho que podamos tener un ángel de la música, debemos ir con ojo de que no tenga como pasatiempo asesinar tramoyistas, secuestrarnos o hacer caer lámparas de araña sobre el público...

6. Destruction - CARRIE, THE MUSICAL

A Punto de llegar al Teatre Gaudí de Barcelona, CARRIE adapta la exitosa novela de Stephen King llevada al cine en dos ocasiones acerca de los peligros del Bullying y los extremos a los que nos puede llevar la sed de venganza. Una clásica historia que hará que te lo pienses dos veces antes de lanzar sangre de cerdo sobre la reina del baile...

7. Prólogo - LA TIENDA DE LOS HORRORES

Howard Ashman y Alan Menken nos regalaron esta pequeña maravilla clásica sobre las oscuras intenciones de la planta extraterrestre Audrey II y sus triquiñuelas para manipular a Seymour y que le ayude a conquistar el mundo. Visto en perspectiva, quizá no era la mejor idea cuidar de una planta que se alimenta de sangre humana...

8. Ataque al Castillo - LA BELLA Y LA BESTIA

Ni siquiera Disney se libra de momentos inquietantes. Vale, LA BELLA Y LA BESTIA no se podría definir como terror, pero el concepto de un tumulto de gente yendo a atacarte con antorchas y mosquetes... A veces la criatura no es el monstruo, a veces el monstruo es el pueblo.

9. Cuando eres Addams - LA FAMILIA ADDAMS

Halloween debe de ser su fiesta favorita. La Familia Addams te espera en el Teatro Coliseum de Barcelona para invitarte a cenar y hacerte partícipe de su peculiar modo de vida... y de muerte. Morticia lo tiene claro, "La familia es la familia, viva o muerta".

10. Puttin' on the Ritz - EL JOVENCITO FRANKENSTEIN

¡Está vivo! y el 9 de noviembre llegará a Madrid el musical de Mel Brooks EL JOVENCITO FRANKENSTEIN, disparatada revisión de la novela de terror gótico de Mary Shelley en la que el ego del científico Victor Frankenstein... perdón, Fronkonstin desata el caos en Transilvania al jugar con la vida y la muerte... Menos mal que siempre nos quedará el Ritz.