Athosgarabathos invita a las niñas y los niños a divertirse con una danza llena de aventuras de gigantes

Un grupo de gigantes que han habitado en las páginas de un libro de cuentos clásicos han tomado vida en un montaje coreográfico que pretende estimular la imaginación y el intelecto del público infantil.

Orejotas, un gigante con ojitos es el título de la propuesta que la compañía Athosgarabathos interpretará los sábados 2 y 23 marzo, así como los domingos 3 y 24 del mismo mes, a las 13:00 horas, en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).

La directora y coreógrafa de esta agrupación, Ma. Laura Zaldívar Neal, explica que su idea surge luego de leer varios cuentos sobre gigantes, entre ellos uno del famoso novelista británico Roald Dahl. El propio espíritu imaginativo de la creadora la motivó a sacar de los libros a los personajes y llevarlos a escena con una propuesta multidisciplinaria.

Desde sus butacas el espectador infantil podrá interactuar con estos personajes que van desde un gigante miope, hasta otros considerados temibles, quienes protagonizarán aventuras que son cobijadas por la fusión de diferentes disciplinas, como danza, música, títeres, textos, luz negra y video.

Sobre la esencia de la obra, Zaldívar comenta: "La expresión corporal predomina como recurso narrativo. La abstracción del movimiento sin referente textual estimula en los niños el uso de la imaginación. El personaje narrador promueve la interacción entre el espectador y el intérprete. De esta manera los niños también son personajes, quienes, aún desde sus butacas, participan de manera activa y son parte de la historia".

A pregunta expresa sobre qué reacción busca en los espectadores, la coreógrafa responde: "Como en todos los cuentos clásicos, los personajes de la historia sensibilizan a los niños a través de acciones y sensaciones que se presentan de manera lúdica y fantástica".

Varios temas son lo que se abordan dentro de esta coreografía y que tiene un valor social importante, explica la directora de la compañía. Por ejemplo, se muestra a un personaje estigmatizado por la sociedad debido a su aspecto físico y su condición social, pero resulta ser muy diferente a lo que se cree: "Es un gigante bueno, amigable y leal. El rechazo, la indiferencia y la necesidad de ser escuchados son sentimientos que experimentan los niños, al igual que este personaje. Es un reflejo de ellos mismos. Ser grande no tiene nada que ver con el tamaño. Ser pequeño es algo grandioso".

Por otro lado, también se presenta a las valientes exploradoras, quienes representan la seguridad y el entusiasmo ante situaciones adversas. Estos momentos del montaje muestran la importancia de fijar metas y obtener logros involucrando a los niños.

Con esta pieza la compañía reafirma el estilo que le ha dado un lugar especial dentro de la escena nacional. Y es que Athosgarabathos se ha distinguido por su trabajo multidisciplinario. La danza sí puede ser divertida, asegura su fundadora, quien ha formado parte de los comités de selección para Proyectos para Niños del Fonca.

Cabe destacar que desde 1998 la agrupación se presenta regularmente en los principales teatros del país, en plazas públicas, escuelas, centros culturales, hospitales y estaciones del Metro, donde hace extensivos los derechos de las niñas y los niños a las diferentes actividades culturales, además de fortalecer el tejido social.

Athosgarabathos ha participado en festivales internacionales en México, Italia, Canadá y República Dominicana. Algunas obras de su repertorio han sido realizadas con apoyos del Fonca y del Banffcentre en Canadá.

 

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