La obra, se refiere a hechos verídicos; la vida de Santiago Cárdenas, un alucinado limeño que vive durante el Virreinato de Amat, y dedica su vida a la construcción de un aparato volador y los estudios acerca de la posibilidad del hombre para dominar el cielo, para finalmente ser vetado por el propio Virrey y los expertos de su época. Estos hechos, inspiran la obra de Santiago el Pajarero con la que Julio Ramón Ribeyro denuncia la hostilidad de la Lima de ayer, hoy y siempre, incapaz de incluir sueños extraordinarios convierte a personas con ideas diferentes en mártires de su propia causa. Evidenciando así las falencias y fisuras de un sistema agotado, de valores contradictorios e inconsecuentes ante los propósitos de sus propias proclamas. La obra, como sucede en la narrativa de Ribeyro es entrañable, divertida y cargada de un simbolismo capaz de conmover y tocar las fibras más profundas. Santiago representa al hombre dispuesto a dar “el gran salto” hacia lo desconocido para descubrir nuevos mundos y posibilidades.