EL PÚBLICO: Una ópera con alma flamenca en el Teatro Real

By: Feb. 20, 2015
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El próximo 24 de febrero tendrá lugar en el Teatro Real el estreno mundial de El Público, de Mauricio Sotelo, con libreto del escritor Andrés Ibáñez, quien ha rescatado para la ópera la esencia de la obra homónima de Federico García Lorca, escrita en 1930 en Cuba y estrenada en 1986, 50 años después del fallecimiento del poeta.

En El Público el compositor Mauricio Sotelo mezcla el flamenco con melodías tonales y texturas armónicas que van del microtonalismo a sofisticadas técnicas electrónicas, a través de las cuales la música sonará desde 35 altavoces dispuestos en toda la sala.

Andrés Ibáñez describe El público como "una obra misteriosa, difícil, una leyenda". Lorca no pudo terminarla y por ello le dio un manuscrito a Martínez Nadal. Le dijo que destruyera todos los manuscritos, pero afortunadamente él no lo hizo y conservó uno de los borradores. Al no tratarse de una la versión definitiva, el resultado ha sido una obra más compleja y menos rara que cualquier otra obra de Lorca.

El tema principal de El público es la homosexualidad. Pero también son temas relevantes el teatro y el arte, que se viven como algo comercial. El amor y el teatro se funden junto con la búsqueda de uno mismo y el deseo para mostrar cómo el teatro pueda transformar la vida ya que no busca hacer arte sino representar la realidad, crear algo que afecte al público, experiencia y no arte. De esta manera, el público ve todo lo que está en la escena. Por eso la obra se llama El Público.

Mauricio Sotelo define esta ópera como una "obra irrepresentable llena del rigor, la energía, la profundidad y el duende de Pablo Heras". Y Pablo Heras (director musical) anuncia que todos los elementos creativos que surgieron en el proceso de elaboración de la obra se han puesto sobre el escenario y que la ópera "es un milagro siempre, milagro hecho posible literalmente por cientos de personas, no es una exageración ni una frase hecha".

Así, esta obra es un continuo diálogo entre dos mundos entreverados: la música y el flamenco. Casar ambos mundos no ha fácil, pero de este modo se ha conseguido "mantener la obra como es y lograr que tenga sentido, mantener su espíritu y lograr que sea inteligible". Así, el flamenco permanece en forma de líneas tejidas dentro de la dramaturgia, perfectamente estructuradas dentro de la obra, lo que se ha realizado con toda la naturalidad posible, con rigor y con una eficacia tremenda. Como comentó Mauricio Sotelo, se ha intentado en todo momento que el texto sea inteligible, que las líneas vocales ayuden a la comprensión del texto. Y en torno a esas líneas se han tejido unas armonías espectrales.

Para dar vida a la treintena de personajes que desfilan en la ópera, el director de escena de ascendencia mexicana Robert Castro se ha inspirado en el arquetipo de la identidad de los mayas -In lak'ech, yo soy otro tú; hala ken, tú eres otro yo- evocando la cosmovisión del mundo de Lorca en El Público, que se esconde detrás de un juego de espejos, máscaras, transformaciones y alegorías que entrelazan realidad y ensoñación.

El pintor y escultor Alexander Polzin ha concebido el espacio para el viaje iniciático y misterioso de García Lorca con nueve telones pintados que evocan el icónico biombo lorquiano y los rascacielos de Nueva York. En la segunda parte, un inmenso espejo espía trae al escenario a todo el público de la sala y lo hace partícipe de las reflexiones que se plantean en la obra.

Además de las diferentes nacionalidades de los intérpretes, que van de Estados Unidos a Egipto, los artistas de la producción que se estrenará en el Teatro Real proceden de mundos estéticos y estilísticos muy distintos: desde los grandes nombres del flamenco a los excelentes músicos de la prestigiosa orquesta Klangforum de Viena; del coreógrafo de Broadway Darrell Grand Moultrie (premiado por sus creaciones para varios artistas, incluyendo Beyoncé) al figurinista polaco Wojciech Dziedzic, que trabaja en esta ópera con el libanés Assaad Awad en la exploración de materiales para los trajes de los intérpretes.

Será pues un Lorca multicultural, con una orquesta austríaca en el foso, flanqueada por el gran guitarrista Cañizares, a la izquierda, y el percusionista Agustín Diassera, a la derecha; las voces de los cantaores Arcángel y Jesús Méndez junto a cantantes como José Antonio López, Thomas Tatzl, Josep Miquel Ramón, Antonio Lozano, Gun-Brit Barkmin, Eric Caves o Isabella Gaudí; y el bailaor Rubén Olmo al lado de los bailarines Haizam Fathy, Leonardo Cremaschi y Carlos Rodas.



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