The Safety Curtain: Bienvenido Mr. Mackintosh

En plena vorágine de ensayos para los premios BroadwayWorld Spain, Juanjo, director de BroadwayWorld Spain me cuenta que nos han concedido una entrevista con Sir Cameron Mackintosh en Valencia con motivo del estreno de Los Miserables en el Palau de les Arts. Sin pensármelo dos veces acepto el reto. No todos los días se puede estar frente al gurú del teatro musical.

• ¡Voy a entrevistar a Cameron Mackintosh! - exclamo feliz ante mis amigos.
• Ah muy bien... ¿Y quién es ese? ¿Trabaja en Apple?

Pero parece que la perspectiva de entrevista no surte el mismo efecto entre mis allegados y la indignación me posee al cuadrado por la ignorancia teatro-musicalera de mis interlocutores y la impotencia de quedarme sin presumir y vacilar todo lo que me gustaría. Seguramente que si les hubiera dicho que me disponía a entrevistar a George Lucas o Steven Spielberg la situación habría sido otra, pero es que el señor Mackintosh es exactamente el equivalente teatral de aquellos dos monstruos de la gran pantalla. Sin él, no habríamos conocido las melodías de Los Miserables, y mucho menos de Miss Saigon, sin él, quizá Mary Poppins nunca habría pisado un escenario y Cats no sería más que un concierto o un espectáculo Off-Broadway de Andrew Lloyd Webber.

Sin embargo gracias a Stage Entertainment allí pude estar aunque fueran unos minutos para realizarle algunas preguntitas. Tampoco disponíamos de mucho tiempo, y éramos los últimos después de una mañana de entrevistas, pero Mackintosh estuvo atento y agradecido. ¡Qué bien conoce el negocio! Se le notaba emocionado por ser el padrino de un espectáculo tan vivo después de más de 25 años de existencia, pero también por el anuncio aquella misma mañana del elenco y equipo de la nueva producción londinense de Miss Saigon que contaría con nuestro Alfonso Casado como director musical.

Es normal que Mackintosh se sienta tan satisfecho con su trabajo pues la producción que está de gira por España, perfecciona, si cabe, la que tuvimos oportunidad de ver en Madrid y Barcelona y su elenco vuelve a ser impecable. No cabe duda de que Los Miserables es un auténtico espectáculo por los cuatro costados. Cierto puede ser que sólo trabaje con seis o siete melodías durante las más de dos horas de partitura y que el libreto vaya a la lágrima segura sin ninguna sutileza, pero precisamente las melodías son tan arrebatadoras y la historia tan terriblemente dura que no hay corazón que escape, al menos una vez en su vida, a la magia de esta historia llena de héroes y canallas, víctimas de una sociedad injusta y despiadada.

Por si aún no la habías visto, aquí la tienes.